Testimonio de un Conscripto de Chile

NOMBRE: Se preserva la identidad.



FECHA DE INGRESO AL SMO: 27 DE FEBRERO DE 1973

FECHA DE LICENCIAMIENTO: 15 DE MAYO DE 1975


__________________________________________________

Como un joven nacido y criado en esta patria, el año 1972, al cumplir 18 años de edad, concurrí a cumplir con un deber cívico, el cual era ni más ni menos que la inscripción para el SMO (Servicio Militar Obligatorio), según lo disponía la ley vigente.

Transcurrido el tiempo, me correspondió en Enero de 1973 presentarme por primera vez a una unidad militar, siendo yo civil, está fue el Batallón de Intendencia Nº 2 de Santiago, ubicado en Avda. Club Hípico esquina de Pedro Montt, Comuna y provincia de Santiago, según la distribución geográfica y administrativa de esos entonces.

En las ocasiones que acudí a la citada unidad militar, me dejaron muy claro que no querían “Pelaos *** Comunistas, ni Upelientos que apoyasen al Bigote Blanco (manera de referirse al Presidente Constitucional, Salvador Allende G. (en los cuarteles militares)”, palabras proferidas por el Teniente Parada y el Cabo 1º González, del batallón Logístico Nº 1 de Antofagasta, vestidos de uniforme militar, quienes nos recibieron y seleccionaron en Santiago, cuando éramos aún civiles. Es decir nuestro Ejército, el ejército de “todos los Chilenos” ya estaba politizado.
Con el suceder de los hechos, comprobé que estos señores eran funcionarios de inteligencia y sabían como amedrantar, desde el principio, a quienes no conocíamos esta parte de las FF AA, después, supe, en Antofagasta, que sus acciones guardaban consistencia con sus dichos.

Una vez “seleccionado” para el SMO, nos dieron como fecha de partida el 27 de Febrero de 1973, desde la Estación Mapocho, lugar donde debíamos estar a las 07,00 horas para partir con rumbo a la 1ª División de Ejercito, con sede en Antofagasta. El viaje se realizo en TREN, llegamos al tercer día, es decir el 01 de Marzo de 1973, con los achaques propios de un viaje de estas características, donde no nos proveyeron de pertrechos, comidas ni servicios básicos, como agua, servicios higiénicos ni protección.

Luego fuimos, 05 de marzo de 1973, en compañía de otros 30 conscriptos, destinados al Regimiento de Infantería, Motorizado y Reforzado Nº 15 de Calama, donde cumplimos con el periodo de instrucción básico, la jura de la bandera y otras cosas.

Un Ejército Politizado y opositor al gobierno.

En esta unidad obtuve mi grado de cabo de reserva, paradojalmente, de manera paralela, escuchaba con mayor énfasis, de boca de la oficialidad, suboficiales y clases la disposición contraria y politizada que tenían hacia el presidente Allende; en el cuartel se hablaba del Viejo C….o, el bigote Blanco, el Curao, el comunista, el marxista, etc.

En esta unidad destacaban en esos tiempos (1973-1975) como principales “opositores al gobierno” los Capitanes: Augusto Pinochet Hiriart (hijo del dictador que derrocaría al Presidente Allende), Carlos Minolletti (Boina Negra, Comandante y Torturador del Campo de Prisioneros de Chacabuco), también era conocido el Subteniente Marambio, Sobrino del General Viaux, quien en los años 60 encabezó una asonada golpista contra el Presidente Constitucional Don Eduardo Frei Montalva.

Asumida que esa sería la realidad a enfrentar, sin experiencia militar, hice de mi conscripción una situación llevadera y de sobrevivencia. Mi familia y yo (en lo personal) éramos partidarios, no militantes, del gobierno del Presidente Allende, creí, como muchos miles de jóvenes, en su discurso de igualdad de oportunidades, patria justa para todos, solución al déficit habitacional, creí también en valores como la solidaridad, el compañerismo, el respeto a la diversidad de opiniones, etc. Si bien ya se presagiaba que las FF AA conspiraban, mi capacidad de raciocinio no podía admitir tal hecho, toda vez que no tenia , la sociedad, memoria reciente sobre golpes de estados, aún cuando se sucedían de manera sistemática en America latina.

Mi “estreno en sociedad” lo tuve para el 29 de junio de 1973, día de San Pedro y San Pablo, cuando el regimiento de Blindados Nº 2 de Santiago, se levanto contra el poder constitucional, comandado por oficiales golpistas, quienes, según mi entender, tomaban el pulso a la reacción ciudadana antes del golpe final. En esa oportunidad el Comandante del Regimiento Nº 15 de Calama, Coronel Eugenio Rivera Desgroux, armó y formo a toda la unidad, en una arenga patriótica, disonante con su oficialidad, nos espeto “Yo jure servir a la patria, respetar la constitución….”, “por lo que esta unidad, bajo mi mando, apoyará al gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende G.”

Fue así como ese día y noche, permanecimos acuartelados, armados y prestos a enfrentar cualquier intento golpista, que también podía venir desde la misma unidad, en la guarnición de enclave de la unidad militar.
*** Conscripto, en Argentina Colimba.

Militares Constitucionalistas

A fines del mes de agosto fuimos trasladados nuevamente a Antofagasta, al Batallón Logístico, a cumplir solo funciones de guardia perimetral, de cuartel y apoyo a la seguridad del Comandante de la primera división de ejecito. En ejercicio de este mandato realice vigilancia en otras unidades militares, percatándome de la existencia de miembros (de planta) del ejército que no estaban de acuerdo que esta institución tomará opción política, es decir, que fuese opositora al Presidente Allende.

Con los meses, después de conocer al General Lagos (qepd), supe que el también era uno de ellos, era un militar constitucionalista, tal cual lo fue el Coronel Rivera; de Calama. El general Lagos, así lo demostró la indesmentible historia, tuvo un trato y deferencia hacia los caídos una vez acaecido el Golpe de Estado, lo demostró en sus constantes vistas a los centros de detención y su especial preocupación por la visita que, la Cruz Roja Internacional, realizaba a los detenidos y torturados del Hospital Regional de Antofagasta, como al Campo de Prisioneros de Chacabuco.


El Golpe de Estado

Siendo yo un menor de edad, de acuerdo a la constitución que nos regía, como también debiendo estar protegidos( y respetados) mis ideales y sueños, según lo dictaminaba la misma carta magna, el día 11 de septiembre de 1973, a las 05,30 horas, estando de guardia en el Batallón Logístico de Antofagasta, bajo el mando( guardia) del Teniente Rodríguez, se nos alista con material de guerra, para luego a las 06,30 horas despertar al resto del personal, entregarles armamento y munición de guerra, ya había llegado el Comandante de la unidad ( Coronel Bianchi), como también el personal de planta. Acto seguido el Coronel formó a la unidad y manifestó ( frases que me quedaron marcadas a fuego en mi memoria) ... “Qué las Fuerzas Armadas habían tomado el control político del país, a petición de la mayoría ciudadana, que se instauraría una junta de gobierno cuyo fin era hacer volver al cause constitucional al país y con pleno apego a las libertades y derechos de las personas…….”, la indesmentible historia daría cuenta de los reales intereses de quienes apoyaron y alentaron el golpe de estado.

En este aciago día, un niño de 18 años, con capacidad para matar estaba armado, pero pudieron mas mis valores, mis sentimientos hacia el ser humano y por sobre todo el recuerdo de mi familia, mi padre; dirigente social, mi madre: abnegada dueña de casa, madre de 9 hijos, mis hermanas, abriéndose campo en el mundo laboral y universitario, es decir lo que era una familia chilena hasta el año 1973.

Estaba de guardia con “El Tevo”, un amigo, nos había tocado la misma historia, su familia también era partidaria del Presidente Allende. Nos propusimos apoyar a los caídos, no cometer errores porque vivos servíamos más que muertos.

Mi relato daría para un libro, quizás 2 o 3, espero llegue esa oportunidad.

DAÑO MORAL

Considero que el daño moral, que hasta el día de hoy sufro, se puede clasificar en distintas etapas, obviamente, sin mencionar aquellas acciones propias de la cultura militar y aceptadas por la sociedad.


La Estigmatización Social y tortura psicológica: Daño permanente

Aún hoy, con 55 años de edad, resuena de manera brutal, en mi persona, aquella pregunta ¿Hiciste el SMO el año 73, a cuantos mataste?

La sociedad debe asumir que ese daño se hace una vez y queda permanente. Los seres humanos racionales tenemos principios, valores, moral, sentimientos, nos motivamos por las acciones nobles y deploramos aquellas ruines y crueles.

Mi padre estaba detenido. por pensar distinto a los golpistas, yo estaba haciendo el SMO en Antofagasta, mis hermanas, que trabajaban, fueron despedidas por ser partidarias del Presidente Allende, eran compañeras de trabajo de Lucia Pinochet (hija del dictador) y de Gabriela García, en esos entonces pareja del golpista General Leigh (Comandante de la FACH).

Me entere de esta situación recién en Enero de 1974, cuando me trajeron a Santiago y pude ver, cosa excepcional a mi familia, a quienes les habían prohibido, los aparatos represivos de la dictadura, informarme de está realidad ,so pena de sufrir ellos o yo las consecuencias¿ Digna manera de trato humanitario?

La sociedad, mis amigos, el barrio, se vio confundido con el trato, ¿Cuál debían darme?: Soplón, Sapo, Asesino (también), o el de un hijo de vecino que se vio envuelto en un acontecimiento histórico que nadie quisiera ver repetido. Esta situación la he aclarado con mis hijos, mi esposa y toda mi familia. Quienes me conocen saben que no miento y creen, sin dudarlo, de lo que he tratado de resumir en estas breves páginas, habla de una triste y aciaga noche de la historia de nuestro país.

La Mentira, La Tortura: Daño permanente

Se me obligo a mentir sobre los abusos de poder y atrocidades que se cometían en el trato dado a los prisioneros políticos y a negar la existencia de detenidos en la unidad militar, como también en el Hospital Regional de Antofagasta, sección enfermos psiquiátricos, lugar donde llevaban a los detenidos mas maltrechos.


El Robo, vejamen, Abuso de Poder: Daño permanente

Porque en las instancias que debíamos clasificar las encomiendas dirigidas a los presos políticos del Campo de Concentración de Chacabuco, los oficiales, suboficiales, clases y algunos (desquiciados) conscriptos, robaban los contenidos enviados por los familiares, como también hacían desaparecer las encomiendas, sin que el Preso Político fuese informado de esta situación. Entre los elementos robados iban medicinas, libros, apuntes personales, prendas intimas, etc.

Porque en los allanamientos se hurtaba, robada, aparte del trato denigrante y vejatorio dado a los afectados, todo cuanto sirviese primero a sus ansias e intereses personales, para luego declarar los sobrantes.

Porque cuando nos toco abrir las bodegas de las principales tiendas de Antofagasta, entre ellas “La Gran Vía”, tenían miles de productos escondidos abarrotados y poseían bodegas clandestinas en las poblaciones ( Corvallis, Edificio Curvo) donde pagaban a sus propietarios para esconder productos.

Al poner a la venta, por orden de un bando del General de División, se hizo correr lista de inscritos sobrando los productos en relación a la demanda. Esta situación de desabastecimiento la comprobé de manera personal, me toco participar de estos allanamientos y puesto a venta de los productos descubiertos.

Atentado contra la Educación y La Cultura: Daño Permanente

Porque el 15 de Septiembre de 1973, fuimos guiados a “ todas” las bibliotecas y escuelas de la provincia de Antofagasta, con el fin de “ Capturar” a los profesores , alumnos, apoderados y funcionarios que fuesen proclives al Presidente Allende; para esta misión contamos con el apoyo de “ Patrióticos Civiles”, que delataban a sus, muchas veces, pares . Se preguntara USIA ¿Qué hacían civiles en unidades militares, o más bien dicho dirigiendo operativos militares? Bueno la delación y la traición fueron armas usadas en contra de quienes pensaban distinto.

En este mismo operativo requisamos todos los libros existentes de “Editorial Quimantú”, en especial aquellos de:

Pablo Neruda, Premio Nóbel de Literatura.
Gabriela Mistral; Premio Nóbel de Literatura
Nicolás Guillén, clásico de la literatura Hispana
Federico García Lorca: clásico de la literatura hispana y tantos otros.

No contento con este atentado a la cultura, recibimos la orden de Incinerar, sí quemar, estos textos. Qué estupidez pasa por la mente del hombre, jamás pude entender la ecuación Fúsil = Libro. Esta acción se desarrollo a partir de las 11,00 horas en los patios del Batallón Logístico de Antofagasta, durando aproximadamente 2 días, dada la cantidad de “armas” intelectuales requisadas.

He decidido llegar hasta aquí con mi relato. El daño ya esta hecho, entre al servicio militar obligatorio (que nunca fue así), que estigmatizaba y seleccionaba a los más pobres. Lo hice con la idea de una patria mejor para todos, justa, igualitaria, que respetase al ser humano por sobre todas las cosas, debo decir que me encontré con otra realidad, si hasta un simulacro de fusilamiento me hicieron en Santiago, Batallón de Intendencia, por negarme o retrasarme en rendir honores al General Cano (de Intendencia), el año 1974, cuando visito esta unidad. El Subteniente Gacitúa, junto al Mayor Hugo Vergara fueron los valientes que ordenaron formar una escuadra, con armas de guerra y bala pasada, para ajusticiarme por traición a la patria y por sobre todo, por ser comunista.



Se rieron, se mofaron, tuve y demostré pavor, porque ya sabía como actuaban “estos valientes” militares, así les gustaba, con la gente indefensa, que tuviese pensamiento y tanto mejor que fuese distinto a ellos, eso los hacia feliz, gozaban humillando al débil, al detenido, al reducido, al torturado, al golpeado, al herido; es decir yo era un festín y había que “manducárselo.

Heme aquí, digno, vivo, con la conciencia muy tranquila por mis actos, pero triste , muy triste por haber sido testigo de atrocidades, robos, torturas, detenciones arbitrarias, haber realizado guardia en lugares donde habían conocidos de barrió o compañeros de liceo ,etc.



DEJO CONSTANCIA


• Dejo constancia que, al momento de ingresar al SMO, yo manifestaba mi aprecio (hasta el día de hoy) por el sueño y la obra que encarnaba el Presidente Salvador Allende G.

• Dejo constancia que no soy ni he sido militante del Partido Comunista, que admiro y respeto a quienes tienen conciencia política y cívica, que respetaría sus ideales, aunque fuesen distintos a los míos, que el derecho a la vida es el bien superior que debe respetar, y no olvidar, la autoridad y la sociedad, por sobre todas las cosas del mundo.

• Dejo constancia que nadie, cuando ocurrió el sangriento golpe de estado, se preocupo de mi salud mental, del estado laboral de mi familia y de la alimentación y estudio de mis hermanas menores.

• Dejo constancia que nadie, autoridad alguna, se preocupo de mis derechos, de mi situación psicológica, del daño que me infringían al tener que actuar ,obligado, de una forma distinta a los reales valores y sentimientos que eran parte de mi ser. Estos habían sido fundidos a fuego, en mi ser, por mis padres

• Dejo constancia que hasta el día de hoy, me afecta la mentira, el encubrimiento de personajes que se hicieron populares en el mundo del atropello de los derechos humanos.

• Dejo constancia que irrita ver aparecer en la prensa, hablando de respeto a la dignidad humana y los valores de la persona a quienes, siendo civiles visitaban cuarteles, sabiendo de la existencia de detenidos de manera arbitraria y muchas veces por ellos delatados.

• Dejo Constancia que cuando entre al SMO, el 27 de febrero de 1973, militares, con uniforme militar y en unidades militares, me trataron de Comunista, Upeliento, Marxista.

• Dejo constancia que lo anterior era una política institucional, que el ejercito estaba politizado y que, la oficialidad influía para ello en los suboficiales, clases y soldados conscriptos.

• Dejo constancia que ingrese al SMO el 27 de Febrero de 1973, que fui licenciado el 15 de mayo de 1975.


• Dejo constancia que el Ejercito me reconoce tan solo 2 años, desde el 1º de Abril de 1973 hasta el 31 de Marzo de 1975, es decir existe una mentira y burla institucionalizada que afecta al Estado y a mi situación previsional, toda vez que, al ingreso al SMO, yo tenía libreta previsional del SSS (Servicio de Seguro Social), donde imponíamos los obreros del país, en el antiguo sistema previsional.





Es parte de lo que he decido informar