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POR NUESTROS COMPAÑEROS MUERTOS EN ENFRENTAMIENTOS, POR LOS SECUESTRADOS Y DESAPARECIDOS, MIENTRAS REALIZABAN EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO, POR LOS VETERANOS NO RECONOCIDOS, POR UN RECONOCIMIENTO
HISTÓRICO A LOS COMPAÑEROS DE MALVINAS, POR QUIENES SOBREVIVIMOS.


JUEVES 17:00 a 19:00 HORAS-AM 1010 ONDA LATINA


Realizan La Voz de los Colimbas...


Horacio Verstraeten- Gustavo Capra y Ricardo Righi.




Nosotros podríamos ser los Desaparecidos...Testimoniemos...

Nosotros podríamos ser los Desaparecidos...Testimoniemos...


Si cuando hiciste la colimba,
pasaste por situaciones extremas, hacia tu persona o viste gente secuestrada o algún compañero fue secuestrado o asesinado, no sigas sufriendo tu silencio...
"La Voz de los Colimbas" te escucha ponete en contacto y descarga esa mochila, los colimbas también fuimos victimas, nadie te va a entender mejor que otro colimba.
Si no deseas dar tus datos, te comunicas en forma anónima, no hay problemas...
Tu testimonio es confidencial y puede ayudar mucho.

Por correo a: lavozdeloscolimbas@yahoo.com.ar

Por teléfono: 154-091-1192

Ricardo Righi


viernes, 11 de marzo de 2011

"S.M.O El Batallon Olvidado"

El Documental..........!!!!
Secretaría de Comunicación de la CTA Capital

“Mes de la Memoria”, al cumplirse 35 años del último Golpe de Estado en Argentina.

Miércoles 16:

18hs - Auditorio Hotel Bauen Callao 360

Teatro:

Fragmento de la obra "Sacco y Vanzetti" de Mauricio Kartun Actor: Fernando Martí.

Proyección:

“S.M.O. El batallón olvidado” de Marcelo Goyeneche Tucumán 1975, un hito de la Historia Argentina y el que sería uno de los hechos más trágicos se cruzan: el SMO (Servicio Militar Obligatorio) y el “Operativo Independencia”. Un intento por rescatar de ese olvido impuesto por la historia oficial a aquellos jóvenes “colimbas” que vivieron esos años sangrientos desde una trinchera.

jueves, 10 de marzo de 2011

Programa del Jueves 03/03/2011

Estrenamos nuevo estudio, pedimos disculpas a los compañeros del interior, que nos siguen por Internet, momentaneamente la radio esta sin servicio web. Nos dijeron que se solucionara en los próximo días.

Anunciamos la presentación del Documental del realizador Marcelo Goyeneche, S.M.O El Batallón Olvidado, dicha presentación se llevará a cabo el próximo día 16 de Marzo.
Nos visito Nestor Tacconi, Veterano No Reconocido, colaborador permanente en la búsqueda y aporte de desimantación que lleven a esclarecer la situación que vivieron los Soldados Conscriptos Argentinos en el Continente, durante la guerra de Malvinas.

"...la Operación Mikado, estaba pensada para asesinar a los pilotos de los Super Etendard y destruir las naves..." nos contaba Nestor, también nos decía de su intercambio epistolar con militares ingleses, que participaron en la guerra de Malvinas, lamentablemente, el programa quedo corto, por lo tanto volveremos a invitar a Nestor Tacconi.

Gustavo, leyó la lista de aquellos colimbas muertos en enfrentamientos y/o atentados durante la dictadura cívico militar. En los casos que se detallan a continuación se trata de colimbas que murieron en ataques de Fuerzas Irregulares.

•Conscripto (AOR) Juan Ángel Toledo Pimentel
Tucumán 5 de mayo de 1976

•Conscripto Daniel Osvaldo González.
Provincia de Buenos Aires 19 de Enero 1974.

•Conscripto Roberto Tadeo Taddía
Provincia de Buenos Aires 23 de enero de 1989

•Conscripto Julio D. Grillo
Provincia de Buenos Aires 23 de enero de 1989

•Conscripto Leonardo H. Díaz
Provincia de Buenos Aires 23 de enero de 1989

•Conscripto Héctor Cardozo
Provincia de Buenos Aires 23 de enero de 1989

•Conscripto Alberto Vacca
Tucumán 14 de Febrero de 1975

•Conscripto Ismael Maldonado
Tucumán 4 de setiembre de 1975

•Conscripto Dante Salvatierra
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Tomás Sánchez
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Ismael Sánchez
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Hermidio Luna
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Antonio Ramón Arrieta
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto José Mercedes Coronel
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Edmundo Roberto Sosa
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Heriberto Dávalos
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Alberto Villalba
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Marcelino Torales
Formosa 5 de octubre de 1975

•Conscripto Pío Ramón Fernández
Tucumán 8 de octubre de 1975

•Conscripto Rogelio René Espinosa
Tucumán 8 de octubre de 1975

•Conscripto Juan Carlos Castillo
Tucumán 8 de octubre de 1975

•Conscripto Enrique Ernesto Guastoni
Tucumán 8 de octubre de 1975

•Conscripto Fredy Ordoñez
Tucumán 8 de octubre de 1975

•Conscripto Carlos Humberto Vizcarra
Tucumán 24 de octubre de 1975

•Conscripto Orlando Aníbal Moya
Tucumán 24 de octubre de 1975

•Conscripto Benito Edgar Pérez
Tucumán 8 de noviembre de 1975

•Conscripto René Alfredo Papini
Provincia de Buenos Aires 15 de diciembre de 1975

•Conscripto Roberto Caballero
Provincia de Buenos Aires 23 de diciembre de 1975

•Conscripto Raúl Fernando Sessa
Provincia de Buenos Aires 23 de diciembre de 1975

•Conscripto Benito Manuel Rúffolo
Provincia de Buenos Aires 23 de diciembre de 1975

•Conscripto Mario Gutiérrez
Tucumán 10 de abril de 1976

•Conscripto Carlos Alberto Cajal
Tucumán 18 de mayo de 1976

•Conscripto Miguel Ángel Cucurullo
Provincia de Buenos Aires 28 de mayo de 1976

•Conscripto Guillermo Félix Dimitri
Provincia de Buenos Aires 4 de enero de 1977

•Conscripto Luis Alberto Barbusano
Provincia de Buenos Aires 6 de setiembre de 1977

•Conscripto Amadeo Yob
Pcia. Buenos Aires 5 de Mayo 1975

•Conscripto Danilo Arnaldo Nadalutti
Catamarca 4 de diciembre de 1980

•Conscripto Carlos Alberto Fricker
Tucuman 9 de Mayo de 1976

En los casos de Toledo Pimentel; Carlos Fricker y Danilo Nadalutti y a partir de elementos que así lo prueban, se tiene la certeza de que los nombrados fueron asesinados por efectivos militares. La presente lista es un Homenaje de "La Voz de los Colimbas" a aquellos compañeros muertos.

Ricardo Righi.

lunes, 7 de marzo de 2011

Vuelos de la Muerte en la Brigada de Palomar

Ex conscriptos confirmaron ante el fiscal Federico Delgado la denuncia que Rodolfo Walsh hizo en 1977. Usaban aviones Hércules C-130 y Fokker F-27. Hay sólo un integrante de la Fuerza Aérea condenado y preso por crímenes durante la dictadura.


Publicado en Pagina12.

Treinta y tres soldados que hicieron el servicio militar durante la dictadura confirmaron la existencia de vuelos de la muerte desde la Primera Brigada Aérea de Palomar. La Fuerza Aérea arrojaba personas al mar desde aviones Hércules C‑130 y Fokker F‑27. "Hombres y mujeres, siempre encapuchados o tabicados, esposados entre sí, con ropas sucias, en estado consciente, caminaban en fila ayudándose mutuamente y tenían aspecto muy deteriorado", resumió el fiscal Federico Delgado tras escuchar a más de seiscientos ex conscriptos y empleados de Palomar. Peritos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata estudiaron legajos de pilotos e historiales de aviones y concluyeron que los documentos de la Fuerza Aérea "no reflejan la realidad". Delgado considera inviable por el momento imputar a autores directos por hechos concretos pero le solicitó al juez Daniel Rafecas que declare probados los vuelos desde Palomar y le encomendó "someter esta investigación al escrutinio de la sociedad civil".

En su Carta Abierta a la Junta Militar el escritor Rodolfo Walsh acusó a las fuerzas armadas "de arrojar prisioneros al mar desde transportes de la Primera Brigada Aérea" y precisó que "usaron Fokker F‑‑27". La instrucción de Delgado se inició 32 años después a pedido de Lorena Pacino. Su padre, Carlos Pacino, fue visto en cautiverio en el centro clandestino Olimpo. Una sobreviviente declaró que en agosto de 1978 Pacino y otros secuestrados fueron trasladados en un camión rumbo a Palomar. Los cadáveres aparecieron en la costa, fueron enterrados como NN y, treinta años después, identificados por el Equipo Argentino de Antropología.

A partir de la denuncia, patrocinada por el abogado Pablo Llonto, el fiscal pidió informes a la Fuerza Aérea y citó a conscriptos y civiles que prestaron servicios en Palomar. Los 130 empleados aportaron "poco y nada", resumió. La Fuerza Aérea "hizo lo imposible para informar mal, de modo incompleto, con lenguaje encriptado". Con los datos de los 493 soldados elaboró el informe que entregó ayer al juez Rafecas, responsable de investigar delitos de lesa humanidad en el Primer Cuerpo de Ejército, y una maqueta que diseñaron docentes de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.

Desde Palomar "despegaron aviones en vuelos 'regulares' y de los 'otros'", escribió Delgado. "Unos partían hacia la Antártida. Otros llevaban planteles de fútbol del mundial'78. Así como había personas ilegalmente privadas de la libertad, otros disfrutaban de las piletas, las canchas de tenis o incluso de un frontón donde otras personas esperaban ser 'trasladadas' en un avión, con el preciso significado que esa palabra tenía en el plan criminal probado en la causa 13/84: la muerte".

"Treinta y tres testigos juraron la existencia de los 'vuelos de la muerte' mas ninguno identificó uno concreto", admitió Delgado. Los camiones grupos de veinte a treinta secuestrados ingresaban por la guardia principal, sobre todo de noche. A veces entraban hasta los hangares, otras directo a la pista. Los encargados de subirlos pertenecían a "grupos especiales" y vestían de civil. "Los vuelos duraban entre veinte y treinta minutos y los aviones solían regresar vacíos, sin pasajeros. Los rumores dentro de la base afirmaban que eran arrojados al mar o al Río de la Plata". Usaban aviones Hércules C‑130 y Fokker F‑27, que admiten la apertura de sus puertas en vuelo sin despresurizarse. Los despegues y aterrizajes que por "órdenes superiores" la Oficina de Programas y Ordenes de Vuelo no asentaba se denominaban "sobrevuelos".

"Diez o veinte" varones con las manos atadas, custodiados por militares, fueron vistos sentados en el piso de una cancha de básquet o frontón, a la espera de ser trasladados. Horas después los soldados constataron que habían escrito nombres y teléfonos en el piso, con piedras, y que habían dejado papeles con datos que no pudieron ser recuperados. Los superiores explicaban que los detenidos eran "trasladados doscientas millas mar adentro y lanzados, y que dejaban a una o dos personas que luego eran liberadas para que comentaran a sus compañeros lo que les esperaba".

Los conscriptos ratificaron la existencia de interrogatorios y tortura. Hacia el sector del arroyo Morón, en una arboleda detrás de la pista, ubicaron la "casita de la muerte". Tenían prohibido acercarse. Un colimba castigado por robo vio allí grilletes amurados a la pared. También vieron "rastros de sangre, piel y pelos" en calabozos donde ahora funciona una sastrería. En el tercer piso del edificio del Escuadrón de Tropa estuvo detenido más de cuatro meses un conscripto de apellido Palomeque, acusado de militar en el ERP. Fue visto por última vez en manos del teniente primero Alonso. En el subsuelo y la planta baja se movían los miembros de los grupos de tareas, que usaban barba y pelo largo. Lo que robaban en operativos se guardaba en un depósito cerca de la torre de control.

Delgado comparó su trabajo sobre los vuelos con las investigaciones sobre delitos de lesa humanidad en las causas Mercedes Benz, Ford y Conarepa, en las que se probó la responsabilidad empresarial y sindical pero no hubo imputaciones por falta de pruebas directas. "Nos revelaron el guión pero no los actores", escribió. Mencionó a "supuestos protagonistas de 'vuelos de la muerte' y torturas" aunque aclaró que sus nombres surgían de menciones sin entidad suficiente para imputarlos. Se trata del "mayor Joaquín Argüelles Benett, jefe de Inspección y Recambio de Aviones, piloto de Fokker F‑‑27"; del "suboficial principal o mayor Meyer, a cargo del Escuadrón Fokker F‑‑27"; del "cabo primero Siandra" y del "cabo Rivas".


La Primera Brigada Aérea formó parte de la Subzona 16, que abarcaba Merlo, Moreno y Morón (incluía entonces Hurlingham e Ituzaingó), donde la Fuerza Aérea comandó la represión ilegal auxiliada por la policía bonaerense. La columna vertebral del esquema represivo en el oeste del conurbano fue la Fuerza de Tareas 100, creada por la Orden de Operaciones Provincia en junio de 1976 para "desarticular y aniquilar a las organizaciones subversivas que actúan preferentemente en el frente gremial y en el ámbito fabril y estudiantil". Titular de la FT100 era el brigadier Hipólito Marini, jefe de Palomar. En diciembre de 1977 fue reemplazado: en la brigada por el brigadier Néstor Oscar Caeiro, en la FT100 por el brigadier César Miguel Comes, jefe de la Séptima Brigada Aérea de Morón. Mariani y Comes fueron condenados por crímenes en Mansión Seré.

En tres de las noventa edificaciones de Palomar se constató que hubo personas secuestradas. Hace quince meses Rafecas detalló el funcionamiento de la brigada como centro clandestino a partir de relatos de sobrevivientes y conscriptos. Los cautiverios duraban pocos días (excepto tras la fuga y cierre de Mansión Seré, en marzo de 1978) e incluyeron torturas con picana, violaciones y simulacros de fusilamiento. Al menos dos desaparecidos estuvieron en Palomar: Natalia Cecilia Almada y Ernesto Bonifacio Lahourcade Whitelaw. El rol central de la Primera Brigada en la estructura del Estado terrorista, sin embargo, no fue como lugar de detención sino de derivación de secuestrados. Varios sobrevivientes fueron interrogados y luego trasladados a Mansión Seré. Los menos fueron a las comisarías de Castelar, Haedo, Morón y Ramos Mejía. Aterrizaban en Palomar aviones con secuestrados provenientes de destinos diversos como Mendoza, Rosario, Mar del Plata o la base naval Puerto Belgrano.

Mariani y Comes son los únicos condenados por los crímenes en los cinco partidos que abarcó la Subzona 16. El mayor responsable dentro de la Fuerza Aérea era el brigadier Ramón Agosti, fallecido en 1997. Debajo se ubicaba el brigadier Miguel Ángel Ossés, jefe del Comando de Agrupaciones de Marco Interno, que tiene 84 años y arresto domiciliario (Talcahuano 1174, 4º B). En el peldaño siguiente estaba el jefe de Subzona y de la FT100 (Mariani, luego Comes) y debajo el de la Plana Mayor de la FT100, el fallecido brigadier Julio César Santuccione, de quien dependían los grupos de tareas. El de Palomar era el GT‑11, que en 1976 comandó el vicecomodoro Alejandro Noel Lazo, recordado por los colimbas, quien rendía cuentas al jefe de operaciones de la FT100, comodoro Eduardo Mazza.

La impunidad de la Fuerza Aérea

Sólo ocho integrantes de la Fuerza Aérea fueron juzgados por su actuación durante la dictadura. El único condenado que cumple su pena en una cárcel es el suboficial Gregorio Molina, torturador del centro clandestino La Cueva de Mar del Plata. Los brigadieres César Comes e Hipólito Mariani fueron condenados a 25 años de prisión pero siguen libres por cortesía del Tribunal Oral Federal 5, al menos hasta que la Corte Suprema de Justicia confirme la sentencia. Sigue prófugo el suboficial y apropiador Juan Carlos Vázquez Sarmiento.

El brigadier Orlando Agosti, compañero de Videla & Massera, fue condenado por ocho secuestros y robos a una pena tan leve que estaba libre cuando Carlos Menem decretó los indultos. En el juicio a las juntas fueron absueltos sus sucesores, brigadieres Omar Graffigna y Basilio Lami Dozo, que sí fue condenado e indultado por su actuación en Malvinas. El "Führer" Jorge Eufemio Uballes fue condenado por su actuación en el Primer Cuerpo de Ejército pero no como auxiliar de inteligencia de la Fuerza Aérea sino como subcomisario de la Policía Federal. Francisco Gómez, personal civil de la Fuerza Aérea, fue condenado por la apropiación ilegal del nieto de Rosa Rosinblit, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Murió impune el entregador del niño, comodoro Roberto Oscar Sende. El vicecomodoro Néstor Guillamondegui fue declarado inhábil días antes del comienzo del juicio por los crímenes en Automotores Orletti, cuando estaba en la SIDE.

El juicio por secuestros y torturas en Mansión Seré, el principal centro clandestino de la Fuerza Aérea, aún no tiene fecha. La causa la elevará en los próximos meses el juez Daniel Rafecas, que también investiga la actuación de aeronáuticos en el centro clandestino Virrey Ceballos.